LOS MITOS ALREDEDOR DE LA MARCA PERSONAL.
por Ale Marroquín
Cuando descubrí que hacerte visible, era levantar la voz, hacerme visible con intención, asegurándome que mandaba un mensaje intencional al escoger las palabras al hablar, al escoger como vestir en lo profesional, al conectar ofreciendo valor, me emocioné y descubrí mi nuevo propósito de vida. Todo lo que había descubierto a prueba y error en mi vida profesional en el sector financiero, estaba sustentado por teoría que apoya el concepto de sobresalir para ofrecer valor. Decidí que hacerle la vida más fácil a los demás evitándoles enfrentar los errores que yo había cometido, sería una nueva motivación laboral. Me quedé con el mantra que para alcanzar el éxito de lo que emprendes, reflexionar que siempre hay una mejor forma de hacer las cosas.
El camino para construir tu marca personal.
Los últimos once años los he enfocado en trabajar con profesionales con su presencia ejecutiva y personal branding, me he topado con todo. Profesionales que ya lo saben todo, los que quieren aprender más, los que ejecutan al pie de la letra la guía para transformar su camino profesional y también con la gente escéptica que piensa que la marca personal o personal branding no es para todos.
En un inicio, confundían que la apariencia o la forma de vestir era el único factor en la marca personal. Porque al vestir bien, era parte de la primera impresión de lo que podían esperar de ellos. Si vistes bien habla de quién eres, de tus aspiraciones y del puesto que quieres tener. Me daba la impresión de que me costaba trabajo influir o persuadirles que la marca personal es más profunda y no solo se basa en la apariencia, muchos se peleaban con el concepto que su ropa manda mensajes de lo que era importante transmitir.
Difiero de lo anterior, porque todos queremos tener oportunidades de crecimiento, que nos den el lugar que creemos merecer, sin importar a qué puesto aspiras, quieres sentirte valorado por lo que haces. El reto se presenta cuando otros no te tienen presente. Si no te toman en cuenta, viene la famosa guerra de las expectativas, “Yo hubiera esperado que se dieran cuenta que llevo años aportando y nadie me considera”. Cuando cuestiono a estas personas que además de hacer lo que corresponde a su puesto, ¿Qué tanto hacen intencionalmente, para que otros conozcan su trabajo?
La mayoría de las veces me dicen, “Es que deberían de saberlo o reconocerlo”. La mala noticia es que si no estás allá afuera, nadie te va a encontrar. Nadie va a venir a tocar a tu puerta y decirte: “Cuéntame qué haces y porque eres bueno”. Uno es 100% responsable de que las cosas sucedan y las oportunidades se buscan y se encuentran, no es al revés.
Debatir entre si deben tener redes sociales si no son influencers, en un mundo cada vez más digital, es otra cuestión dentro de esta discusión. Es parte del mismo argumento, si no estás allá afuera, cómo van a saber de ti, especialmente cuando hoy recurrimos a investigar todo en la web.
Tuve una sesión con un grupo de mujeres líderes en una institución financiera y una de ellas me comentaba que le parecía irrelevante que las personas subieran tanta información en redes, y tiene un punto importante. No se trata de subir contenido solo por estar en redes. Este debe ser relevante y congruente a lo que te caracteriza.
Es decir, si te dedicas al ámbito médico, tus contenidos deberían ser relacionados a la medicina, sobre todo si quieres destacar lo que haces o por qué otros deberían acudir a ti por tu expertise. Algunos se asustan en pensar que van a compartir y no es necesariamente crear contenido desde cero, puedes simplemente compartir el de otras personas que es relevante para tu industria y esto también es una forma de destacar tu valor.
Los Valores que te definen
Hablando de valor, me he encontrado con muchas personas no saben qué es lo que los define. No tienen claridad de esos talentos, valores, atributos, características, experiencia y habilidades que los hacen únicos y auténticos. Siendo este un gran reto para muchos profesionales, cuando comunican no hay consistencia porque no hay claridad de quienes son. La mayoría de las veces se definen muy genéricamente, o lo increíble es que me dicen que si puedo darles tiempo para pensarlo. Como no lo tienen claro, no lo proyectan intencionalmente.
Es cuando notas a muchas personas que pueden estar compartiendo información, pero no queda claro qué hacen, cuál es su valor único y por qué deberías tenerlos en “top of mind”. Así que yo siempre recomiendo a otros profesionales, que para construir una marca personal y posicionarla. El primer paso es auto-definirse, hacer un trabajo exhaustivo de todos los atributos y valores que los describen, y todo lo que han acumulado en su vida profesional en experiencia, para que empiecen por saber qué objetivo tienen al comunicar su valor único. Tienen que empezar a creérsela, porque ¿si tú no crees en ti, porque otros lo harían?
Es super importante definirse bien, las personas vamos en automático, en autopiloto y cuando les pido que se definan, suelen decir atributos genéricos como soy responsable, soy profesional, soy honesto, y les hago esta pregunta: ¿Cuántas personas conoces a tu alrededor que se definan igual? Aquí es cuando por no pensar bien a detalle esa combinación de atributos que los definen, se vuelve un genérico o un commodity, algo igual a todos los demás. No hay un diferenciador que atraiga a otros a saber porque deben confiar en uno.
Toma tan solo unos momentos explorar la posibilidad de desarrollar más tu descripción. Por ejemplo, si yo me refiero a mi como auténtica, quizá pueda reformularlo diciendo: “soy siempre fiel a mis valores”. Marca una huella más profunda en la mente de los demás que hace que entiendan realmente qué es lo que te destaca.
Consistencia y constancia.
La consistencia y la constancia es otro factor importantísimo en la marca personal. Muchos creen que tan solo con definirse y quizá creérsela es suficiente. Sin embargo, si no estás consciente de cómo intencionalmente estás actuando para mostrar estos atributos, estos talentos, como vamos a prisa, en automático, actuando mecánicamente, no nos damos cuenta cómo estamos proyectando estos valores.
Así que no se trata tan solo de si te la crees. Ser persistente aun cuando en ocasiones sientes que no se ve el resultado, la idea es no renunciar, continuar todos los días 24*24 intencionalmente ejecutando acciones que representen tus valores. Cuando crees que no estás viendo claridad en los resultados de lo que emprendes, hay que volver a levantarse para continuar porque las marcas personales se debilitan cuando las dejas de trabajar.
Recuerdo que cuando empecé en mi consultoría, escribía un blog semanal, y así lo hice por casi 9 años. No siempre me hablaban a buscar porque lo habían leído. Ni siquiera logré monetizarlo como otros sugieren que se consigue al publicarlo continuamente. Sin embargo, ha sido una parte importante que cuando las personas que me buscan y ven mi perfil, se dan cuenta de lo sólido de mi negocio y que siempre estoy aportando valor. Una de las razones por lo que estoy aquí en este libro compartiendo esto, es porque Fran Segarra me encontró en la web compartiendo esto. Así que, si no se ve un resultado inmediato, es importante no desistir.
Hay un video increíble de Simon Sinek que habla sobre la consistencia ejemplificando que no es porque te laves los dientes un día, es que tengas buena dentadura, que es la constancia de lavarte diario los dientes, lo que fortalece esta buena dentadura. Describe como con la constancia vas construyendo y fortaleciendo el amor a una persona, si vas un día al gimnasio no vas a tener músculo y estar fit, si lo haces continuamente empezarás a ver resultados, pero todo lo anterior, el día que dejas de ser consistente, se caen los dientes, desaparece el amor y el músculo también cae. (https://youtu.be/aXPhHuieFIE)
Alinear tus valores a tu presente para ser consistente.
No es inercia, no es un tema de ya lo construí y ya que caminé solo, hay que tener constancia y asegurarnos que está alineado a tu presente. La consistencia cobra relevancia cuando está alineado a lo que haces y con quien estás o donde te desarrollas con consciencia de tus valores. De otra forma, no solo se pierde la autenticidad, sino que se empieza a perder la motivación por alcanzar un objetivo. Ir a marchas forzadas provoca que la marca personal se vuelve reactiva en un entorno en donde no fluyes porque no alineas el mensaje a tus valores, a tu entorno y te aseguras de que otros así lo estén percibiendo.
Recuerdo cuando estuve en el medio financiero, que mi mayor pasión cuando salí de la universidad era trabajar en esta industria, y un día, me encontré que ya no estaba motivada y no estaba en línea con ese presente que el mundo financiero me ofrecía. Así que lo que hacía diario afectaba directamente mi marca personal porque yo no estaba fluyendo para encajar y destacar. El día que me di cuenta, renuncié y este fue uno de los procesos de reinvención más importantes de mi vida.
Propósito con intención
Si pudiera regresar el tiempo para transmitir e influir en más personas a que definan su marca personal y que no se confundan con un producto hechizo de marketing, que no es auténtico, empezaría por que definan su propósito o IKIGAI (Wikipedia: es un concepto japonés que no tiene una traducción literal, pero puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser», lo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda interior, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda se considera de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae satisfacción y sentido de la vida.1
Hace toda la diferencia primero encontrar tu pasión y propósito de vida, y ya que está definido, darlo a conocer a otros agregando valor. Así es, insisto e insistiré que, si no hay valor para otros, de nada sirve cacarear lo que haces. Otras personas tendrían que conectar con lo que tú haces u ofreces para que tu marca personal sea sólida, única y memorable.
Conocí a una persona digitalmente que se llama Carlos Muñoz, que se destacó porque decía que era un experto en marca personal inmobiliaria. Empezó a generar millones de seguidores (una buena estrategia para enfrentar algoritmos puede subir este número y no necesariamente ser seguidores de calidad), empezaba a ser contratado por varias empresas para dar conferencias y cobraba un dineral. Cuando yo lo veía, a mí en lo personal, no me parecía auténtico. Su forma de vestir era como un disfraz para salir a un escenario. Si bien su intención era destacarse a través de su forma de vestir para crear una marca, estoy segura de que ese estilo no era el que usaba para un día normal. Los actores se ponen un atuendo para representar un papel, pero eso no destaca su marca o su estilo personal. Carlos en mi opinión se disfrazaba para crear un personaje que actuaba sin una intención de agregar valor más que recibir una ganancia por su actuación. Que quizá si me estás leyendo pienses y que tiene de malo si ganaba dinero, quizá tengas razón, sin embargo, una marca personal débil que no es auténtica, que carece de valor, de un día se puede derrumbar.
La marca personal habla de ti, como persona, como profesional, de lo que es importante para ti y de cómo agregas valor, no es un papel que representas en ciertos momentos. No es un producto que creas y que le pides a tu departamento de marketing que comunique un mensaje como mejor creas que puede impactar. Así fue como en mi opinión empezó a vender humo, hacerle creer a las personas que su contenido era mágico y que gracias a eso él era millonario y podía compartir esos secretos para que otros también lo fueran.
No puedo hablar con tanto detalle, porque la realidad nunca lo seguí, y seguramente le dio información valiosa a algunos, aunque tengo mis dudas.
Un buen día, decidió que podía ser dueño de la verdad y criticar el trabajo de otro profesional, Diego Ruzzarin, que solía compartir información de porque no creía en el mundo capitalista y en estos vendedores de humo que hacían marketing para vender falsas esperanzas a otras personas, (Diego además de esto tiene otras actividades).
Carlos lo retó a discutir sobre este tema en un debate en redes sociales. Diego es preparado, culto, conocedor de su entorno, durante el debate, le contestó y le reviró todos sus argumentos de manera acertada, un poco dura y directa, y quizá cruel. Todos los seguidores empezaron a comentar sobre el asunto ridiculizando la arrogancia, soberbia de Carlos Muñoz. Exhibiendo la poca preparación que tenía y dejando ver lo poco auténtico que había sido en el tiempo. Las audiencias pueden ser sumamente mordaces, cuando tienen o sienten el derecho de escribir lo que creen que es, aun sin tener argumentos que lo respalden. Pueden hacer un daño tremendo.
Y así fue, poco tiempo Carlos Muñoz anunció que se retiraba de las redes, que iba a descansar de estos medios por tiempo indefinido. Se rindió así de un momento a otros porque con la cantidad de seguidores que tenía, se vio expuesto al ridículo. Después de todo el trabajo que había hecho, aun cuando no estoy de acuerdo en cómo lo hizo, pienso que lo más fácil fue bajarse, en lugar de poner la frente en alto, llevarse un aprendizaje y reconocer su error.
En mi forma de ver las cosas, ser auténtico, honesto y sobre todo estar preparado, es decir tener un constante aprendizaje, permite que sigas construyendo tu marca con consistencia y aprendiendo de los errores. Nos podemos equivocar si claro, estoy segura de que yo he tenido errores y de forma que me han servido aprendo de ellos para evitar caer de nuevo. Sin embargo, aun cuando he querido tirar la toalla, créeme que a veces parece que no se ve el fruto, estoy convencida que continuar consistentemente y con autenticidad, se ve reflejada la labor.
Las comparaciones y las reinvenciones.
No es comunicar por comunicar, no es ser arrogante o presumido, no es compararte con otros y pretender ser mejor. En marca personal las comparaciones son pésimos aliados porque si no está en igualdad de circunstancias no hay igualdad para comparar. Competir por voltear a otros para buscar ser mejor impide que compartas tu valor único. Las reinvenciones son en base a como eres tu mejor versión, comparado con tu yo anterior.
Creer que sabes lo que hay detrás del entorno de otra persona, cuando no tienes el mapa completo, hace que pierdas tu autenticidad, porque buscas ser lo que no eres. Como bien define Brene Brown, researcher social estadounidense, la autenticidad es dejar de ser lo que crees que debes ser y abrazar lo que realmente eres. Las comparaciones con otros te quitan de tu foco, de lo que te define y de cómo agregas un valor único para hacerte memorable y provoca que seas una imitación barata de alguien más.
Reinvención de tu marca personal.
La reinvención es otro paso en destacar tu marca personal. Hay que reconocer que es momento de hacer algo diferente, para obtener resultados diferentes y para seguir en una constante búsqueda de desarrollo. El constante aprendizaje es un factor que te permite reinventarte, porque puedes ir agregando nuevas herramientas a tu día a día. Además, que aprender conceptos nuevos, estira la creatividad, y generar nuevas ideas para innovar en lo que hagas, aunque sigas en la misma industria, aunque no cambies de empleo, seguir buscando formas innovadoras de destacar, de ofrecer valor, es lo que te hace relevante en un mundo constante de evolución.
Las reinvenciones no tienen que ser convertirte en otro o cambiar de profesión como lo hice yo. Pueden ser tan solo simples cambios que hagamos diferentes para obtener resultados diferentes y para seguir teniendo crecimiento en el mediano y largo plazo.
La reinvención es un “must” en la marca personal. Lo que te funcionó en el pasado, no es lo que te va a funcionar en el presente y seguramente mucho menos en el futuro. Los tiempos evolucionan, cambian tus objetivos personales, el entorno en el que te desempeñas seguramente cambia también. El simple hecho que tus vayas adquiriendo experiencia con el tiempo, te convierte en otra versión de ti mismo con más experiencia, conocimiento, habilidades que no tenías cuando empiezas en la vida profesional. Tan solo por eso, no puede seguir haciendo lo mismo que el primer día que empezaste a trabajar, y pretender que te seguirá funcionando.
La zona de confort es un terrible aliado de la marca personal. Algo así como lo sugiero que le pasó a Carlos Muñoz, le funcionó hasta que se quedó atorado en el mismo ciclo, y eso ya no lo ayudó a salir. No estoy segura si está buscando resurgir, no imagino que se conforme, sin embargo, el costo de oportunidad será monumental, cuando tenga que volver a entrar a una carrera donde lo han rebasado por la derecha por no buscar adaptarse al entorno de su presente.
Las personas se molestan cuando escuchan que están en zonas de confort porque si están consiguiendo resultados, me dicen no soy mediocre. No quiero exagerar e irme a ese extremo de mediocridad, sin embargo, yo sé que he caído en círculos de comodidad, donde mi forma de vender o de diseñar contenido era la que me había funcionado. Por ejemplo, si hubiera seguido escribiendo como al inicio de mi carrera como coach en presencia ejecutiva y especialista en marca personal, seguramente estaría obsoleta hoy.
He tenido que reinventarme, siempre fiel a lo que hago, pero agregando un pequeño giro a mis servicios, en los contenidos que ofrezco, en los temas que aprendo, en la forma en como comunico mis servicios. Me he atrevido a hacer lo que no pensé que iba a hacer. Como pelearme con tik tok porque es para los que hacen el ridículo bailando y es una red más que me quitará tiempo. Hoy hago tik tok también, porque es un nuevo territorio, audiencias diferentes, y la manera de llegar a otros con mis contenidos de valor, sin tratar de ser lo que no soy, no actúo, no bailo y estoy segura de que no lo voy a hacer porque no es mi segmento al que me dirijo.
Sin embargo, atreverme a salir de mi confort con contenido en redes como linkedin, Facebook y Twitter, me da la posibilidad que mi contenido llegue a otro público que esté buscando aprender más.
Salir de zona de confort, duele, no es fácil, hay miedos, taboos, creencias delimitantes y la incomodidad de intentar algo nuevo cuando uno ya domina una actividad. Sin embargo, estoy convencida que, para reinventarnos, hay que estar alerta a los cambios en el entorno, en la tecnología en lo que nuestras audiencias demandan.
Simplemente en pandemia, cuando todos mis colegas, o la mayoría estaba esperando regresar a hacer facilitadores presenciales, a que se reactivaran los cursos de desarrollo en las empresas, recuerdo perfecto pensar, si me espero a que algo pase, ahí me voy a quedar o me va a costar más tiempo destacar.
Así que me fui a lo digital, a experimentar como llegar a más audiencias de manera virtual. En zoom aprendí a usar sus herramientas y hacer un esfuerzo monumental para conectar con aquellas ventanitas con caras, algunas en negro porque no prendían su cámara, y asegurarme que pudiera entregar un mensaje.
Vaya reinvención, lo logré, al grado que cuando vuelve la actividad presencial, me está costando dejar la comodidad de entregar mis servicios de manera digital.
Mente abierta y de crecimiento.
En los puntos que menciono yo cuando imparto talleres de marca personal enumero lo siguiente:
Define tus valores lo que te distingue y te hace único y memorable. Estira tu capacidad de detallar todo aquello que te destaca, valores, atributos, talentos, habilidades, experiencias y conocimiento.
Busca las acciones concretas que hacen que lo anterior se vea reflejado y hazlo visible. Conecta con personas, comunica quién eres, hazte visible en redes, en tu organización, en comunidades.
Trabaja en aquellas áreas que necesites mejorar para llegar al nivel donde quieres estar, construir tu marca requiere de un constante trabajo para mejorar, ya sea en tu forma de comunicar, en asegurarte que proyectas lo que quieres que otros perciban de ti, y ahí viene un gran trabajo de humildad para seguir aprendiendo.
Rompe con creencias delimitantes de porque no puedes lograr lo que te propones y construir tu marca personal. Factores que influyen en estos obstáculos auto-impuestos son:
No tengo dinero para invertir en estrategias digitales o cualquiera que sea tu pretexto por el cual no tienes dinero para empezar.
No tengo tiempo para conectar con más personas, para publicar en redes, para verme saludable y proyectar ser integral, o trabajo o hago ejercicio o trabajo o público en redes.
Mi trabajo y mi perfil profesional no necesitan una marca personal.
No soy influencer y la marca personal es solo para los famosos.
Es difícil, no se puede, es complicado. Y así me puedo seguir con un sinfín de obstáculos auto-impuestos.
Somos 100% responsables de que las cosas sucedan. Aquí el factor Mentalidad abierta y de crecimiento juega un factor importantísimo en la marca personal. Porque si no estoy abierto a tener un aprendizaje continuo para reinventarme, porque si decido que depende de otros que me vean, hacerme visible, construir redes de apoyo, generar nuevas ideas, que otros me vean mágicamente como quiero, no podremos avanzar.
La mentalidad de abundancia es la que nos impulsa a creer en nosotros y a seguir aprendiendo, agregando valor y conectando para crear comunidad. La de escasez, o la reactividad es la que esper a que las cosas sucedan. De mi depende como otros me perciben, estén de acuerdo o no, mi labor es buscar que llegue mi mensaje correctamente, si no lo estoy logrando, es momento de parar la antena y buscar el cómo sí.
Somo responsables de escoger como quiero vivir mi camino para alcanzar mi propósito. De buscar los recursos que se necesiten para lograrlo, de rodearme de las personas y las alianzas que me acompañen en ese camino. De hacerme visible, y de no darle poder a la duda, de saber que sí creo en mí, otros también lo harán, de buscar romper con esas creencias delimitantes que me impiden ver con claridad, como estando en el presente, puedo compartir valor y en ese camino, sin buscar reconocimiento, pero trabajando en hacerme visible, otros naturalmente voltearán a verme.
Mi propósito en este camino de construcción de marca personal de acompañar a más profesionales en su camino de transformación a través de su presencia ejecutiva es caminar juntos para que con abundancia, alegría, pasión y persiguiendo un propósito con intención podamos trascender y dejar un legado hoy y en futuras generaciones.
Compromisos.
¿Qué tan comprometido estas a conseguir lo que quieres? Si no hay prioridades en lo que defines, la marca personal no va a funcionar. Es importante reflexionar y ve qué tan dispuesto estás a tomar acción, porque si no lo estás, de nada sirve que quieras empezar.
Una vez que estás claro en tus prioridades, puedes contestarte las siguientes preguntas cada tanto en tu trayectoria:
¿Qué estoy haciendo que me funciona?
¿Qué debo dejar de hacer para encontrar resultados diferentes?
¿Qué voy a empezar a hacer diferente?
¿Qué tan comprometido estoy para lograrlo?
Del 1-10 que tan consciente estoy que proyecto lo que otros perciban de mi.
En qué tengo que trabajar para alcanzar el 10.
¿Qué tan saludable soy?
¿Cómo me aseguro de que mis acciones diarias representan mis valores y talentos?
¿Si busco mi nombre en la web, aparece por lo menos en los primeros 10 resultados de la búsqueda?
¿Defino compromisos y fechas para asegurarme que alcanzo resultados?
¿De quién me tengo que rodear para alcanzar el éxito de posicionar y fortalecer mi marca personal?
¿Tengo claro y definido mi propósito de vida?
¿Estoy consciente del impacto que tienen mis acciones en otros y qué agrego valor?
¿Qué acciones son las que me ayudan a representar mis valores para que otros lo noten?
¿Cómo quiero trascender y dejar un legado de lo que soy?
¿Si estoy en zona de confort, qué debo hacer para Salir de ahí?
Espero que este fragmento te sea de utilidad, te inspire en tu camino profesional y personal, que descubras tu marca personal y te asegures que eres fiel a ti, a lo que eres y a la razón de ser de ofrecer valor.
Estoy convencida que buscando compartir con otros el valor que haga que más personas puedan crecer, hace la diferencia en tu marca personal y en cómo otros te perciben. Si recibes mala retroalimentación, aprende de lo que te digan, no lo tomes personal, y también observa de donde viene. En ocasiones las personas que te critican por lo que haces para destacar tu marca personal, lo hacen desde su propia carencia. Es más fácil criticar a otros que voltear el reflector a su interior.
Así que esta es una carrera de fortaleza, de perseverancia y de humildad. Estar alerta a los aprendizajes que te pone el camino y como digo yo, siempre con disposición de esta sabiduría que 30 años después se que yo solo sé que no se nada y que solo soy el medio para compartir valor a quien quiera recibirlo.