La AI y la Transición hacia el Legado Personal

por Nohelis Ruiz

Estamos viviendo momentos en los que la información está disponible para todos, y evidentemente esa información también está disponible para la Inteligencia Artificial. Es decir, al igual que los seres humanos utilizamos esa información para compartirla con otros, la AI hace lo mismo. Por consiguiente, no estamos creando, ni aportando algo diferente, ni algo novedoso, simplemente recopilamos información, la relacionamos, la interpretamos, que no analizamos, y la compartimos con el resto del mundo en diferentes formatos. Por tanto, se trata sólo del uso de datos y patrones preexistentes, y no de algo original creado por nosotros o por la AI. ¡Nada nuevo! En un principio, pareciera que algunas de estas plataformas de moda, tienen la capacidad de crear, pero, nuevamente, insisto, en el fondo, simplemente toma información de la red y la acomoda, según nuestras peticiones. Es posible, aunque lo dudo mucho, que pueda crear algo por su cuenta en un futuro, por ahora estas herramientas están fabricando contenido, no están creando, como muchos de nosotros, también fabricamos contenido y no creamos ni proponemos nada nuevo.

Visto de esta manera, la Inteligencia Artificial y todas estas plataformas nos están transmitiendo un mensaje mucho más poderoso de lo que estamos percibiendo, y que además deberíamos tener en cuenta para que realmente logremos marcar la diferencia como seres individuales y singulares. Me refiero a tres aspectos profundos en forma y fondo, que lejos están, de lo que, para la mayoría de nosotros, tienen que ver con ese aspecto romántico de la Marca Personal como la conocemos. Por su parte, la AI nos está dejando en evidencia nuestro lado oscuro, al mostrarnos “el ensimismamiento”, que nos conduce al estancamiento y desequilibrio, gracias a ese otro aspecto, “la mediocridad” que ha estado presente y latente en nuestras formas de actuar como personas y profesionales. Pero no todo es oscuro, la buena noticia es que la AI nos está ofreciendo la gran oportunidad de dirigirnos a una auténtica maestría personal, ya no sólo para que identifiquemos, desarrollemos y equilibremos todos los aspectos y recursos tangibles e intangibles, sino para que los pongamos en juego y vayamos más allá de dejar huella con nuestra Marca Personal. Es decir, que logremos la “Maestría”, lo que yo llamo “El Legado Personal”. Todo esto, se comprende mejor, al respondernos tres preguntas sobre el interés o intención con la que se actúa.

En la tabla anterior, estos dos conceptos, que parecieran ser similares, nos marcan la clave del avance como sociedad. Invitándonos a ir más allá del trabajo personal, es decir, que una vez que hagamos esa labor profunda e introspectiva, la pongamos en valor en el ámbito personal y profesional, pero que logremos activar y utilizar esas otras habilidades, con el fin de avanzar hacia nuestra propia maestría, que es la que nos garantizará, por lo menos:

  1. Dejar de repetir la historia: Personal, profesional, y como humanidad

  2. Convertirnos en auténticos agentes de cambio

  3. Convertirnos en Maestros

El “legado personal” aflora exclusivamente, al convertimos en maestros, con lo cual, es importante transferir el aprendizaje, transferir la sabiduría, que surge como consecuencia de haber puesto en práctica los conocimientos adquiridos, y que, además, obligatoriamente se anote el aprendizaje y se actúe en consecuencia replicando esos logros. En otras palabras, plasmándolo en nuestro entorno cercano y en el colectivo. Quiero dejar claro, por si a alguien le queda alguna duda, que la inteligencia artificial, nos está mostrando un camino, nos está invitando a expandir conocimientos y experiencias. Se trata de dar pasos y avanzar traspasando nuestros límites personales, y NO de dar saltos cuánticos al abismo por querer ir más rápido y saltarnos lo individual. El ensimismamiento, no hay que obviarlo o dejarlo para más tarde, hay que trabajarlo de forma concienzuda, sabiendo que luego, hay otros espacios a los que tenemos que dirigirnos.

La mediocridad o la “No Excelencia”, por su parte, se ha puesto de manifiesto con mucha contundencia en 2020 en momentos de pandemia, y a partir de 2023 con herramientas como ChatGPT que nos ha mostrado la uniformidad y la falta de criterio individual a la hora de aportar soluciones de forma honesta y responsable. Sumado a las expectativas exageradas que tenemos sobre estas herramientas, hemos caído en una “Cesión de Poder”, perdemos nuestro poder cuando no lo utilizamos, o cuando utilizamos las herramientas tecnológicas para solventar problemas que son exclusivos de los humanos, adaptarnos a la tecnología NOS LIMITA. Hemos otorgado un lugar a la tecnología que no le corresponde, sin ni siquiera cuestionar su rol. Y todo ello, a sabiendas de lo pobre de sus respuestas, aceptando que sea ella, la que nos de instrucciones de cómo usarla para que nos pueda entender y dar esas respuestas tan chucutas como las que estamos obteniendo de su parte. ¿Por qué? porque hasta ahora, lo que, si hace y nos ofrece la AI, es tiempo, es decir, acortar los lapsos de fabricación de contenido.

A lo largo de mi vida, ha estado latente, siempre el tema del talento y lo he vivido en carne propia. Gracias a ello, a la observación y al seguimiento que le hago; me he dado cuenta que la sociedad bascula siempre hacia un mismo lado y se queda allí estancada. Es justamente esto, lo que nos hace repetir la historia como sociedad, se nos presentan las mismas situaciones, una y otra vez. Creemos que hemos avanzado porque tenemos tecnología más eficiente y rápida, que nos facilitan algunas cosas de la cotidianidad; pero resulta que, como personas y sociedad, seguimos cometiendo los mismos errores. Precisamente, aquí radica la cuestión, y es que no hemos anotado lo aprendido ¿Sabes por qué? porque los seres humanos confundimos, aprendizaje con acumulación de conocimientos y esto es tan cutre que nos hace temer a la AI, con lo cual caemos en la idolatría.

Mi propuesta es que activemos esas otras habilidades que yo llamo “Power Skills”. Las habilidades de poder se manifiestan gracias a la autogestión óptima de habilidades duras y blandas, una vez que se han identificado las habilidades intrínsecas y usándolas para que den paso a las habilidades de Registro y Transferencia que son nuestras auténticas habilidades de poder. La suma de cada una de estas habilidades, activadas y utilizadas de forma asertiva, según nuestras propias habilidades innatas o blandas y aquellas adquiridas a lo largo de la vida o duras, nos garantiza que retomemos nuestros poderes como seres humanos individuales, en beneficio del entorno y la globalidad.

Mi invitación es a que asumamos este momento como una transición, y aprovechemos las plataformas digitales y todas esas ventajas que nos ofrecen para la gestión, la productividad, la optimización de procesos y tiempo, en modo “FIGITAL” tanto en el mundo físico (tangible o intangible) como el digital.



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