De Colaboradores a Embajadores: El Impacto del Personal Branding en la Reputación de las Organizaciones.

por Gustavo Pagano

Impulsar las Marcas Personales dentro de una organización ya no es una opción para el futuro, es una necesidad del presente. En un mundo hiperconectado, donde las relaciones se construyen desde la confianza, las empresas que apuestan por visibilizar a su gente tienen mucho que ganar, teniendo en claro que los colaboradores son el principal y más valuable activo de las organizaciones.

Porque cuando una persona crece en visibilidad, también crece en propósito. Y cuando ese propósito tiene coherencia y está alineado con los valores de la organización, se genera una sinergia muy poderosa.

Un efecto win/win: crece la persona y al mismo tiempo la organización, mejorando cláramante la gestión de cada uno de los sectores.

La marca corporativa más poderosa es aquella que se construye con personas reales, líderes humanos y equipos orgullosos de ser quienes son.

Aquellas organizaciones que quieran destacarse y ser referentes de su sector, y sobre todo en los tiempos de incertidumbre como los que estamos atravesando, deben contar con colaboradores que sepan gestionar de manera efectiva su Marca Personal para posicionarse como sus «Embajadores de Marca».

Los colaboradores que tengan una estrategia de Marca Personal y de desarrollo profesional clara, lo transmiten a su ámbito laboral, potenciando la labor en su equipo de trabajo y a la organización en su conjunto.

Cuáles son los principales beneficios para las organizaciones de trabajar con la Marca Personal de sus colaboradores:

1) Al potenciar su Marca Personal el colaborador conecta con sus valores y pone de manifiesto su personalidad.

2) Comunica sus logros y talentos por diferentes redes sociales para hacerse visible.

3) La organización gana prestigio en su Marca Empleador, a través de la realización de acciones positivas con sus colaboradores, logrando ser elegida como un «buen lugar de trabajo».

4) Mejora en la percepción del cliente o profesional a la hora de elegir nuestra organización debido al cambio en el actitud y la atención de sus colaboradores.

5) La organización logra la atracción y retención de talentos en las organizaciones.

6) Con estas prácticas la organización logra tener cuatro beneficios directos: colaboradores empoderados, mejora de la imagen de la organización y su sector, una organización rentable y sustentable, y clientes satisfechos.

7) La organización gana en visibilidad y prestigio por esa huella que deja su capital humano.

Durante años, muchas organizaciones han tratado la Marca Personal como una amenaza. “¿Y si se va con todo ese posicionamiento?” era la pregunta habitual de los directivos. Hoy, las empresas más visionarias han invertido esa lógica y comprendido que cuando impulsan las Marcas Personales de su gente, no solo empoderan a sus colaboradores, sino que también transforman su cultura interna, fortalecen el liderazgo, humanizan la comunicación y elevan su reputación.

La pregunta clave, y es una de las que se repite muy a menudo... ya no es “¿qué pasa si invierto en la Marca Personal de mi gente y se van?”. La pregunta inteligente es: ¿qué pasa si no lo hago y se quedan?

La Marca Personal como catalizador cultural

Cuando una empresa decide trabajar activamente el Personal Branding con sus colaboradores, algo profundo ocurre: la cultura interna se transforma. Ya no se trata solo de lo que “la marca dice que es”, sino de lo que sus personas demuestran ser. En lugar de una cultura impuesta, nace una cultura compartida.

Los equipos comienzan a comunicarse con más autenticidad, los valores se encarnan en las acciones cotidianas, y cada profesional desarrolla un mayor sentido de propósito. Impulsar las Marcas Personales genera orgullo de pertenencia, y ese orgullo es el mejor cemento cultural.

Los colaboradores dejan de ser engranajes para convertirse en “embajadores” conscientes de la marca.

Esto fomenta un entorno donde la autonomía, el liderazgo horizontal y la innovación fluyen con naturalidad.

La organización se vuelve más viva, más humana y, sobre todo, más coherente.

El punto de inicio, el Executive Branding. Los líderes inspiran desde su identidad.

El Executive Branding es el trabajo de Marca Personal aplicado a líderes y ejecutivos. Hoy no se espera que un CEO, director o gerente hable solo en nombre de la empresa. Se espera que sea una figura

inspiradora, cercana y alineada con los valores que predica.

Cuando una empresa impulsa el branding de sus líderes, ocurre una doble ganancia:

1. Los líderes desarrollan mayor claridad de propósito y visión. Esto impacta en su forma de tomar decisiones, comunicarse e influir.

2. La empresa se vuelve más humana y confiable. El público prefiere seguir personas antes que logos, y los líderes con marca personal activa se convierten en una extensión viva de la marca corporativa.

Hoy debería ser una condición fundamental de comunicación empresarial que sus líderes (ejecutivos, dueños y directivos) trabajen estratégicamente su Marca Personal.

Un líder con Marca Personal clara proyecta confianza, y esa confianza se contagia al resto del equipo.

Además, los colaboradores se sienten más motivados cuando tienen referentes accesibles y reales dentro de la organización.

Basado en lo anterior surge el concepto de Employee Advocacy se refiere a cuando los colaboradores se convierten en promotores activos de la marca en sus propias redes sociales o espacios de influencia. Compartiendo contenido desde su experiencia real en su ámbito laboral coordinado con la estrategia de comunicación general de la organización.

Una empresa que impulsa las Marcas Personales de su gente habilita un espacio donde cada colaborador se siente escuchado, valioso y libre de compartir su visión. Este tipo de comunicación es poderosa, porque es auténtica y sobre todo alineada a la de la organización.

Las publicaciones de un colaborador sobre su día a día, sus aprendizajes o los proyectos que desarrolla tienen más alcance y credibilidad que cualquier campaña publicitaria. Y lo mejor: generan conversación, atracción de talento, visibilidad comercial y confianza en los públicos externos.

Esto no solo impacta hacia afuera. Internamente, el Employee Advocacy refuerza el compromiso, fomenta el sentido de pertenencia y dinamiza el trabajo en equipo.

El Employer Branding es la imagen que proyecta una empresa como lugar para trabajar. Tradicionalmente se lo gestionaba desde el área de Recursos Humanos con campañas orientadas al talento externo. Sin

embargo, cuando una organización impulsa la Marca Personal de sus empleados, el employer branding se fortalece desde adentro hacia afuera.

Ya no es solo el departamento de RRHH hablando de “oportunidades de desarrollo” o “ambiente colaborativo”. Son los propios colaboradores quienes validan esa promesa con sus historias reales. Publicaciones sobre logros, aprendizajes, crecimiento profesional o bienestar dentro de la organización se vuelven imanes para atraer perfiles afines.

Además, las personas quieren trabajar donde se les permita ser ellas mismas, crecer en visibilidad y potenciar su huella profesional. Por eso, una organización que abraza el Personal Branding no solo atrae talento de calidad: lo retiene con propósito y desarrollo.

En el área comercial, el Personal Branding tiene un impacto directo en los resultados. Un ejemplo de ello es el Social Selling, una metodología de ventas basada en construir relaciones genuinas a través de redes sociales, especialmente LinkedIn. Aquí, la Marca Personal es clave.

Los vendedores que desarrollan su Marca Personal comunican con autoridad, empatía y relevancia. No venden productos, ofrecen soluciones desde su experiencia. No empujan el cierre, atraen desde la confianza.

Cuando una empresa impulsa las Marcas Personales de su equipo comercial, lo que logra es una fuerza de ventas con voz propia, posicionada, cercana y confiable. Además, cada vendedor se convierte en un

microinfluencer dentro de su nicho, abriendo nuevas puertas y relaciones que una marca corporativa por sí sola no podría alcanzar.

Este enfoque eleva la conversación, mejora los ratios de conversión y posiciona a la empresa como un socio estratégico más que como un simple proveedor.

Al mismo tiempo, que el sector de ventas esté “conectado” con los valores y objetivos del resto de los departamentos, que también promuevan las Marcas Personales de los miembros de sus equipos, la empresa afianzará mucho más su posicionamiento, comunicación y la credibilidad en su sector.

Por supuesto, no todo es inmediato ni automático. Para que el Personal Branding avance dentro de una organización, deben superarse algunas resistencias y tomar decisiones valientes:

Eliminar el miedo a “perder talento visible”: El talento no se retiene escondiéndolo, sino empoderándolo y dándole la posibilidad de comunicar sus logros y crecimiento dentro de la organización.

Formar líderes con mentalidad de crecimiento: El liderazgo moderno no teme la visibilidad de su equipo, la potencia.

Diseñar políticas claras de comunicación digital: No para controlar, sino para acompañar con lineamientos que den seguridad y transmitan los mismos valores, visión y misión generales.

Fomentar una cultura de confianza: Donde compartir no sea visto como arrogancia, sino como contribución.

Medir resultados más allá de los KPI tradicionales: Impacto reputacional, alcance orgánico y percepción de marca deben ser parte del tablero de control. Junto a percepciones offline, como pueden ser comentarios de clientes y proveedores, ¡feedback!.

El resultado es un mejor posicionamiento, una mayor conexión con sus comunidades, atracción de talento calificado y una cultura organizacional más empática, visible y coherente.

En definitiva, el Personal Branding dentro de las organizaciones hoy en día es un “must” que toda empresa debe evaluar y así no perder una gran oportunidad para agregar valor a sus colaboradores, a su gestión y al

posicionamiento efectivo de su marca corporativa.

Anterior
Anterior

MétodoyouⓇ: Personal Branding con Acción, Propósito y Resultados Reales

Siguiente
Siguiente

Soñando con el Primer Grado Universitario en Personal Branding. Un Plan de Acción.