Soñando con el Primer Grado Universitario en Personal Branding. Un Plan de Acción.

por Guillem Recolons

Queridos colegas, amigos y amigas del universo del Personal Branding, ¡qué ilusión volver a encontrarnos en estas páginas de Personal Branding World! Ya van cuatro ediciones, y si miro atrás, veo el camino recorrido no solo por esta disciplina nuestra, tan necesaria como a veces incomprendida, sino también por cada uno de nosotros, artesanos de la marca personal.

En ediciones anteriores, hemos tratado estrategias, compartido casos de éxito y analizado las fronteras de nuestra profesión. Pero hoy, permitidme la licencia, quiero poner sobre la mesa algo más que un análisis o una tendencia. Quiero compartir un propósito, casi una obsesión insana que me ronda desde hace tiempo: la creación del primer grado universitario oficial en Personal Branding.

Sí, habéis leído bien. Un Grado con todas las de la ley. Y no, no es una quimera nacida de una noche de insomnio creativo, sino una convicción profunda. Entre 2013 y 2016, mi socio en Soymimarca, Jordi Collell, y yo aceptamos el reto de crear e impulsar con éxito un posgrado universitario en Personal Branding en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull. Estábamos locos, pero ahí se consolidaron carreras como las de Ilana Berenholc, Raquel Gómez, Daniela Viek, Rocío Ames, Alicia Ro, Fabiana Mersan, Patricia Dalpra, Oianko Choperena, Rubén G. Castro, Alicia Linares, Verónica Sánchez, Àngels Antón, Fernando Ríos y muchas personas más.

Aquella experiencia fue como plantar una semilla que dio buenos frutos, demostrando que había sed de conocimiento estructurado y académico en nuestro campo. Desde entonces, siendo honesto, el panorama formativo reglado ha sido… digamos que mejorable. Participé como profesor en un máster de Marca Personal en la Tech University(1), y aunque la intención era buena, vi que no había ahí la profundidad y el rigor que merece y exige nuestra disciplina. No era, para entendernos, la Champions League del Personal Branding.

Y aquí estamos, en 2025. El Personal Branding ya no es ese concepto emergente que Tom Peters nos lanzó como un guante a finales de los 90(2). Hoy es una disciplina de desarrollopersonal y comunicación indispensable, un must en la caja de herramientas de cualquier profesional que quiera no solo sobrevivir, sino destacar y trascender en un mundo laboral líquido, hiperconectado y muy loco. Las empresas lo saben (o deberían) y por eso el employer branding y los programas de employee advocacy están en auge, porque entienden que la marca de sus empleados es un activo extraordinario(3).

Pero para que el Personal Branding llegue a la madurez y el reconocimiento que merece, para que deje de ser percibido por algunos como estar todo el día haciendo vídeos de TikTok, necesita un anclaje académico sólido, una estructura que le dé autoridad y lo estandarice con calidad. Y ese, amigos, es el meollo de la cuestión.

La orquesta pide una partitura común: Por qué un grado y por qué ahora

¿Otro título más? ¿No hay ya suficientes cursos, talleres y certificaciones? Sí, hay muchos, algunos interesantes, otros… bueno, digamos que son fuegos artificiales de corta duración. Pero un Grado Universitario es otra liga. Es dotar a nuestra disciplina elementos como:

1. Rigor y profundidad académica: Un plan de estudios completo, que abarque desde el autoconocimiento más introspectivo hasta las estrategias de comunicación más sofisticadas, pasando por la ética, la psicología de la percepción, la oratoria, el storytelling, la gestión de la reputación online y offline, y, por supuesto, la medición del impacto.

2. Estandarización de competencias: Para que un "experto en Personal Branding" signifique algo concreto y fiable en cualquier rincón del planeta.

3. Investigación y desarrollo: La universidad es el caldo de cultivo natural para la investigación. Un Grado fomentaría estudios serios, tesis doctorales y la evolución constante del corpus teórico y práctico de nuestra disciplina. ¿Os imagináis el impacto de la IA generativa en el Personal Branding(4) siendo investigado desde la academia?

4. Reconocimiento profesional: Un título oficial abriría puertas, facilitaría la colaboración con otras disciplinas y daría un espaldarazo definitivo a nuestra profesión.

Pero, el quid de la cuestión es que esto no puede ser el empeño de un Quijote solitario, ni siquiera de dos. La experiencia de Blanquerna fue una avanzadilla, pero el reto, hoy, exige una alianza estratégica, un movimiento colectivo de la comunidad "real" del Personal Branding. Y cuando digo "real", me refiero a muchos de los que escribís y leéis estas líneas, a los que estáis en la trinchera día a día, gestionando marcas personales con propósito.

Y aquí es donde mi mirada se vuelve, con entusiasmo creciente, hacia América Latina. La fuerza y la pasión con la que se está desarrollando el Personal Branding allí es, sencillamente, inspiradora. Tenemos a gigantes como Daniela Viek en Brasil, con su impresionante despliegue de iniciativas y su visión internacional; en México, Integra Personal Branding, con Nancy Vázquez, Alan Urbina y Fabiana Melchor, también Héctor Jiménez, grandes referentes; o a Robert J. Samaniego en Ecuador, ángel y demonio de la marca personal. Rocío Ames y Gissell Fulle desde Perú, Raquel Gómez desde Colombia. Gabriel Patrizzi y Roberto Arancibia desde Chile. Dani Dini desde Argentina, Fabi Mersan desde Paraguay. Yael Bern en Panamá. Ylse Roa en Venezuela. Vladimir Estrada en Dominicana. Fabrizzio Ponce en Costa Rica… Y tantos otros que están haciendo un trabajo excepcional. Su energía, su innovación y su profundo conocimiento del mercado latinoamericano son activos que no podemos permitirnos ignorar. Ellos, y muchos otros colegas de la región y de España, deben ser los coautores de este sueño.

El plan de vuelo: pasos tentativos hacia la meta

Muy bien, Guillem, diréis, "suena épico, pero ¿cómo aterrizamos este cohete?". Pues bien, como publicista reconvertido a estratega de marca personal, me he permitido esbozar un plan, una hoja de ruta. Es más bien un GPS con varias rutas alternativas, porque en este viaje la flexibilidad será nuestra mejor aliada.

Fase 1: El cónclave de los notables (juntarnos a pensar en grande)

Objetivo: Crear un Grupo Impulsor.

Acciones:

Convocar a referentes clave del Personal Branding a nivel internacional, con especial foco en España y Latinoamérica (los mencionados y otros muchos que estáis pensando). La comunidad de Personal Branding World es el epicentro natural para esta convocatoria.

Definir propósito, visión, misión y valores de este "Grado ideal". ¿Qué queremos que sea y, sobre todo, qué impacto queremos que genere?

Establecer un primer borrador de las competencias clave que debería adquirir un graduado en Personal Branding.

Este grupo sería el "guardián de la esencia" del proyecto.

Fase 2: Diseñando el "producto académico"

Objetivo: Elaborar una propuesta curricular detallada y sólida.

Acciones:

Módulos troncales: Aquí es donde la experiencia de Blanquerna y otros programas nos puede dar pistas, pero con una vuelta de tuerca. Pienso en:

Autoconocimiento estratégico: Más allá del DAFO, herramientas profundas de introspección.

Armando la propuesta única de valor personal: El corazón de la marca.

Estrategia de marca personal: Hoja de ruta, objetivos, KPIs.

Comunicación omnicanal: Oratoria, escritura persuasiva, comunicación no verbal, storytelling, networking estratégico.

Visibilidad digital e Inteligencia Artificial: Gestión de RRSS, SEO para marca personal, herramientas de IA para la investigación y creación y gestión de contenidos (sin perder esencia).

Marca personal corporativa (Employer Branding & Employee Advocacy): El nexo con el mundo empresarial.

Ética y responsabilidad en el Personal Branding: fundamental.

Psicología de la marca y neuromarketing aplicado.

Gestión de la reputación y crisis.

Medición y ROI de la marca personal.

Especializaciones (optativas): Quizás itinerarios para Personal Branding en el deporte, en la política, para emprendedores, para la transición profesional, etc.

Metodología: Eminentemente práctica. Método del caso, proyectos reales, mentoring por profesionales en activo, role-playing, y un TFG Trabajo de Fin de Grado que sea un proyecto de marca personal real, propio o para un cliente.

Claustro: Una combinación bien pensada de académicos con base teórica sólida y profesionales de reconocido prestigio que aporten la visión del "mundo real".

Fase 3: Encontrando el hogar universitario

Objetivo: Identificar y "seducir" a una o varias universidades de prestigio.

Acciones:

Targeting estratégico: Universidades con vocación internacional y facultades afines (Comunicación, Empresa, Marketing, Humanidades). Pienso en instituciones como el Tecnológico de Monterrey en México, la Universidad de los Andes en Colombia, o en España, potencias como ESADE o la Universitat Pompeu Fabra. Todas ellas con un ADN innovador.

Elaboración del "Dossier de conquista": Una propuesta de valor irresistible para la universidad, que demuestre:

Demanda potencial de alumnos.

Innovación curricular y alineación con las necesidades del mercado laboral.

Empleabilidad de los futuros graduados.

Posibilidades de investigación y transferencia de conocimiento.

Impacto positivo en la reputación de la propia universidad.

Proceso burocrático (el dragón a vencer): Entender y gestionar los requisitos para la aprobación de nuevos grados (créditos ECTS, memorias de verificación, ANECA en España y equivalentes en otros países). Aquí, contar con académicos dentro del Grupo Impulsor será clave.

Fase 4: Lanzamiento y mejora continua

Objetivo: Implementar el Grado y establecer mecanismos de calidad y evolución.

Acciones:

Programa piloto: Quizás empezar con una primera promoción más reducida para testar y pivotar.

Marketing y comunicación: Dar a conocer el Grado al mundo. ¡Aquí los publicistas del grupo tendremos trabajo!

Feedback continuo: De alumnos, profesores y el mercado laboral.

Actualización constante: Si el Personal Branding no es estático, el Grado tampoco puede serlo.

Desde de la experiencia

Como os decía, la experiencia en Blanquerna fue una prueba de concepto. Funcionó porque había una necesidad real, un equipo comprometido y el paraguas de una universidad abierta a la innovación. El máster en Tech University, aunque bienintencionado, quizás careció de ese anclaje profundo con la comunidad profesional y de un diseño curricular que realmente "transformara". No basta con poner "Personal Branding" en el título; el contenido y el continente deben estar a la altura.

Mi intuición me dice que este es un proyecto ambicioso, sí, pero no imposible. Necesita la pasión del converso, la estrategia del ajedrecista y la resiliencia del corredor de maratones (una combinación de las buenas),

Una llamada a la acción

Este texto no es una reflexión; es una invitación. Una llamada a los que, como yo, creen que el Personal Branding es mucho más que una moda: es una disciplina transversal que pone en valor (empodera, si quieres) a las personas y humaniza a las organizaciones.

Si esta idea te llega, si sientes ese hormigueo que precede a los grandes proyectos, si crees que puedes aportar tu grano de arena, este es el momento. Personal Branding World puede ser el catalizador, el punto de encuentro para empezar a tejer esta red.

El camino será largo, seguro que con algún que otro tropiezo. Pero imaginarme una hornada de jóvenes (y no tan jóvenes) graduados en Personal Branding, listos para transformar el panorama profesional, con una base sólida y una visión ética… ¿No os parece un legado por el que merece la pena luchar?

Yo estoy listo para arremangarme. ¿Quién se apunta a co-crear este futuro? Que no se diga que no lo intentamos. Porque, al final, de eso va nuestra profesión: de dejar una marca personal que inspire y transforme. Y qué mejor manera de hacerlo que creando la cantera de los futuros líderes de esa transformación.

Gracias por vuestro tiempo y, como siempre digo, todo deja marca, ya ahora podemos dejar una de las mejores.

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