Marcas que Brillan: Cuando las Organizaciones Impulsan la Marca Personal de su Gente

por Jane Rodríguez del Tronco

En un momento y un entorno profesional en los que la visibilidad ya no es algo opcional o conveniente, sino estratégico, hablar de Marca Personal dentro de las organizaciones se ha convertido, además, en un signo de madurez cultural y liderazgo transformador.

Destacar en la esfera pública ha sido durante muchos años el propósito de emprendedores, profesionales freelance y altos ejecutivos, que con este fin en mente trabajaban a conciencia en el desarrollo de su Marca Personal. Hoy, sin embargo, más allá de ser conscientes de que todos, queramos o no, tenemos una marca, promoverla desde las empresas acaba trayendo grandes beneficios para todos; y aún más, cuando esta se trabaja desde la coherencia tanto con uno mismo, como con los valores y cultura de la organización.

Marca Personal: ¿habilidad o estrategia?

Partamos de lo esencial. La Marca Personal no es un logotipo, ni un perfil atractivo en LinkedIn. Como me habréis escuchado en bastantes ocasiones, “no se reduce a nuestra presencia en redes sociales”. Y de lo que sí va es de comunicación personal estratégica, de ser conscientes y trabajar a conciencia la huella que dejamos en los demás, el impacto que generamos, y el valor diferencial que les aportamos (algo que, por cierto, ya viene siendo así desde mucho antes de que ni siquiera existiera Internet).

En el entorno corporativo, se traduce en influencia interna y externa, credibilidad y, por ende, capacidad de liderazgo. Y apostar por que sus colaboradores trabajen su marca es, sin duda, apostar por el talento, la reputación y la sostenibilidad de la organización.

Puede verse como algo estratégico, y ciertamente lo es. Pero al tiempo se ha convertido también en una habilidad transversal, clave para los profesionales, permitiéndoles posicionarse y hacer visible su propuesta de valor, desde la más absoluta coherencia y con autenticidad (siguiendo el modelo CAV con el que vengo trabajando con muchos profesionales desde 2010: Coherencia, Autenticidad y Visibilidad).

Pero, ¿qué pasa en realidad cuando las empresas impulsan la Marca Personal de su gente?

Cierto es que, durante muchos años, la mayoría de las organizaciones veían la Marca Personal como una amenaza. Y algunas aún lo ven así. Sin embargo, afortunadamente, este viejo paradigma ha dejado paso al que la considera toda una palanca estratégica, con un impacto directo en:

1. Cultura organizacional y talento

La Marca Personal empodera. Cuando una organización facilita que sus profesionales identifiquen, desarrollen y proyecten su marca, está fomentando una cultura basada en la autenticidad, la responsabilidad individual y la colaboración.

Los profesionales dejan de "cumplir" para comenzar a "contribuir" desde lo que son, lo que saben y lo que quieren. Se sienten vistos, escuchados y valorados. Y esto impacta directamente en su compromiso, proactividad y productividad, así como en el bienestar y clima laboral.

Asimismo, en grandes organizaciones, impulsar las marcas personales permite activar el talento de manera transversal, detectar a los altos potenciales y, en cierto modo, democratizar el liderazgo y la capacidad de influencia.

2. Líderes inspiradores que son un ejemplo a seguir

La Marca Personal aporta coherencia al liderazgo: alinea valores, mensajes y comportamientos. Los líderes con una marca sólida tienen mayor influencia, generan más confianza, y son percibidos como referentes tanto dentro como fuera de la organización. Porque saben quiénes son y lo que aportan, y cuidan cómo lo comunican, son fuente clara de inspiración y confianza para los demás. Al trabajar su Marca Personal, se convierten en referentes y mentores, abriendo camino a otros, y reforzando una cultura de responsabilidad personal, desarrollo continuo y disciplina.

3. Comunicación organizacional más humana

Los profesionales que comparten conocimiento, reflexiones y experiencias posicionan su Marca Personal al tiempo que construyen una narrativa más humana y rica de la empresa para la que trabajan.

Y es que, cuando una organización permite que sus profesionales comuniquen desde su autenticidad, no solo gana en cercanía, sino también en credibilidad; algo clave, además, en la era de la hiperconectividad.

4. Reputación y negocio se multiplican

La suma de marcas personales potentes y alineadas con la organización multiplica su reputación, algo que se refleja en dos grandes áreas: el Employer Branding y el Social Selling.

Employer Branding, generando atracción de talento. Los profesionales hoy quieren trabajar con líderes visibles e inspiradores, y en organizaciones que valoran a las personas. De este modo, las marcas personales son uno de los activos más poderosos para atraer (y fidelizar) talento de calidad.

Social Selling: las personas venden más que los productos, sobre todo en entornos B2B o de servicios en los que un profesional con marca tiene más facilidad para conectar con clientes, crear relaciones y generar oportunidades de negocio. Porque no se trata solo de vender, sino de construir confianza en el largo plazo.

De la oportunidad a la responsabilidad

Sin embargo, impulsar la Marca Personal de los profesionales desde las organizaciones no es solo una oportunidad. También es una responsabilidad:

Para el profesional, por la necesidad de cumplir con su promesa de valor, de “dar la talla”, tanto en su área de expertise, como en su faceta como líder.

Y, para la organización, por la importancia de elegir bien a sus embajadores de marca y la influencia que su imagen puede tener en la corporativa.

¿Y si alguien se va?

Una de las resistencias más habituales a la hora de apostar por el Personal Branding en las organizaciones siempre ha sido: “¿Y si formo a alguien, le ayudo a desarrollar su marca… y luego se va?”. La pregunta que deberíamos hacernos es: “¿Y si no lo hago… y se queda?”.

Y es que invertir en Marca Personal nos aleja de la más pura retención por contrato, brindándonos, por el contrario, la oportunidad de fidelizar por convicción. Y tanto es así, que los profesionales que de verdad sienten que su organización les impulsa a crecer son más leales, comprometidos y propensos a convertirse en embajadores de esta… ¡de por vida!, estén o no en plantilla.

Marca Personal, Cultura Organizacional y Futuro

El Personal Branding en el contexto de las organizaciones ni es una amenaza, ni una moda. Ha llegado para quedarse como estrategia de gestión y desarrollo del talento, de liderazgo inspirador, y de reputación.

Las organizaciones que ya han cambiado su paradigma y se atreven, por tanto, a humanizar su marca a través de las marcas de su gente, no sólo se están preparando para el futuro, sino que lo están… ¡construyendo! Porque en el fondo saben que, cuando impulsan la Marca Personal de su gente, todos ganan.

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