TU MARCA PERSONAL TE DA ALAS.
por Rubén Montesinos
En un mundo saturado de marcas, las empresas y los profesionales luchan en una batalla encarnizada por captar nuestra atención. ¿Quién eres y qué ofreces tú para tener que invertir tiempo en ti?
No sé si habéis experimentado la misma sensación que yo cuando llegas a un gran supermercado en el que hay una gran cantidad de oferta de todo, una gran cantidad de marcas que compiten en las mismas categorías de producto ¡Es muy difícil elegir! Ante tanta variedad algunas personas filtran las opciones por “precio”, otros deciden por “packaging”, otros por las “especificaciones técnicas”, otros por un mix de opciones y otros como yo, simplemente compramos nuestras marcas de confianza, esas marcas que ya forman parte de nuestra vida cotidiana.
Esta elección no solo tiene que ver con la parte racional del precio, las especificaciones técnicas, etc, sino que tiene altos componentes emocionales (deseabilidad social, status, escasez…) que hacen que queramos esas marcas y no otras. Entre tu Iphone de Apple y mi Smartphone de Huawei puede que haya un 8 o 10% de capacidad técnica y tecnología a tu favor, pero también hay un 40% de diferencia en precio al mío. Por lo tanto es bastante racional que si vamos a una comparación de relación calidad/precio tiene más sentido comprarse un Huawei que un Iphone. Pero dicho esto, la percepción de valor de Apple es el doble o el triple que la de Huawei… hecho que no debemos olvidar hablando de Marca Personal.
Por lo tanto, tú eres lo que los demás dicen que tú eres… te guste o no te guste esta afirmación. Por eso necesitas gestionar de forma consciente y estratégica tu percepción como profesional a través del personal branding. Para conseguir que haya coherencia entre lo que tú sabes que eres y lo que se proyecta en el mercado, lo que pareces. Recuerda que tenemos que ser buenos profesional, pero también tenemos que parecerlo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué Coca Cola sigue haciendo anuncios?
Porque hasta los mejores productos tienen que ser vendidos. Pero los profesionales tenemos la falsa creencia de pensar que únicamente haciendo bien nuestro trabajo nos darán el reconocimiento que nos merecemos, ese proyecto que tanto anhelamos, ese ascenso por el que tanto hemos trabajado, etc
Seguimos pensando que como tenemos un buen producto es suficiente… que nos lo quitaran de las manos… pero en un mercado tan competido necesitamos poner en valor nuestro valor, comunicar nuestra diferencia, eso que nos hace especiales que nos permite sobresalir por encima de la competencia, independientemente si trabajas para una empresa o como freelance.. Comunicar todos esos atributos que van más allá de la parte racional y que entran en la parte emocional para poder conectar así con nuestro público, con nuestra tribu, con nuestra comunidad… esas personas que, como tú, prefieren Apple a cualquier otra marca.
La marca personal es el camino de la introspección, de la diferenciación, pero también de la comunicación. Si tú no tienes claro quién eres, qué haces y cómo lo haces será muy difícil destacar en un universo que es omnicanal, plagado de marcas que compiten contigo por captar nuestra atención. Ser bueno y parecerlo… que te conozcan y que te reconozcan como la opción adecuada, tanto por tu autoridad en tu sector, la confianza que proyectas y la simpatía/feeling que desprendes.
Como decían los anuncios publicitarios de la conocida marca Red Bull: tú marca personal te da alas. Alas para tener más posibilidades de encontrar el empleo que buscas, alas para poder promocionar dentro de la empresa para la que trabajas, alas para poder dejar la empresa en la que estás, alas para que te ofrezcan el proyecto de tu vida, alas para emprender con una red de seguridad, alas para poder elegir los clientes con los que trabajar… En definitiva, la marca personal te da libertad para que elijas lo que elijas, lo hagas desde la tranquilidad de que lo haces por amor y no por miedo, por voluntad propia y no por la obligación de tener que pagar facturas, hipotecas, etc
En un mundo saturado de marcas, las empresas y los profesionales luchan en una batalla encarnizada por captar nuestra atención. ¿Quién eres y qué ofreces tú para tener que invertir tiempo en ti? Hazte estas preguntas porque necesitarás saber contestarlas si quieres poder captar la atención en esta sociedad hiperconectada, sobreestimulada y superacelerada.
Si empiezas tus discursos con un; “Yo creo que…”, “No sé en qué soy bueno pero….”, “Resuelvo muchos problemas…”, “Mi marca personal es para todo el mundo…” estás absolutamente fuera de mercado, nadie te va a prestar atención. Cualquier persona con una marca personal sólida, consistente, bien trabajada, de forma estratégica, con una diferenciación bien definida, con una propuesta de valor nivel “Si no aportas, no importas” y con un plan de comunicación claro te ganará la partida.
Tú no eres Red Bull, tú no eres Apple, tú no eres Coca Cola, así que ponte a trabajar desde ya en tu proceso de personal branding para poder comunicar y hacer volar tu marca personal. No hay secreto; quién eres, qué haces y cómo lo haces para que tu tribu te encuentre, tu comunidad te reconozca y tu público objetivo te compre.